jueves, 19 de septiembre de 2013

19/09/1985





Foto. Propiedad de Guillermo Guerrero

Aquella mañana olvidé hacer mi baile ritual de La Historia sin Fin. Metido en la bañera aún dormido realicé la danza. En menos de un segundo estaba yo chocando contra todas las paredes del baño. Doña Martha llegó y me abrazó, nos hicimos bolita en la puerta. Todo comenzó a volar por todos lados, las ventanas se descuadraban, y cuando llegó la onda trepidatoria comenzó el concierto, la destrucción masiva. Y luego un silencio sepulcral. Los dos recuerdos de mayor impacto fue ver el Centro Médico hecho mierda y lanzando lenguas de fuego de tamaños de edificios. El otro, un edificio que hizo giro y se desparramó sobre la calle, el hueco aún está ahí en la Roma, es una esquina al lado de lo que fue el Fixión a un costado del parque Luís Cabrera. No creo que la vida me de la oportunidad de sentir tanta energía liberada y  de sobrevivir a algo así de nuevo. Hoy llegué a los 28, hoy en realidad fue que nací otra vez... and still riding the shockwave.